lunes, 28 de abril de 2014
martes, 22 de abril de 2014
Cine y literatura
La Madre Teresa es el tema central de la película documental y del libro Something Beautiful for God, de 1969 y 1972 respectivamente. La película Mother Teresa: In the Name of God's Poor, protagonizada por Geraldine Chaplin, obtuvo un premio en el Art Film Festival y en 2003, se estrenó una miniserie italiana titulada Mother Teresa of Calcutta (que fue relanzada en 2007 y recibió un premio CAMIE). También fue interpretada por Megan Fox en una película satírica de 2007: How to Lose Friends and Alienate People.
Conmemoraciones
En marzo de 1998, se aplicó una placa a su residencia natal, que dice: «Aquí está la vivienda en la que el 26 de agosto de 1910 nació Agnes Gonxha Bojaxhiu, la Madre Teresa». Ese mismo año Lion Communications (Polygram Records) comercializó un álbum musical, Mother, We'll Miss You, a manera de tributo póstumo que incluye la participación de varios cantantes de diferentes países entre ellos José Feliciano, el cantante gospel Walt Whitman y el grupo Soul Children of Chicago. El mismo contó con la producción del cantante escocés Dave Kelly. Tras el lanzamiento del compilatorio, diversos periódicos estadounidenses, como Boston Globe y Philadelphia Inquirer, publicaron artículos relacionados con la vida y obra de la Madre Teresa.
Fue homenajeada asimismo a través de museos, nombrándosela patrona de varias iglesias, y con varios monumentos y caminos.En 2002, se le puso su nombre al Aeropuerto Internacional de Albania, algo similar a lo ocurrido con una plaza en Tirana donde se halla un monumento dedicado a la misionera, con una de las principales calles de Pristina, capital de Kosovo, y con un hospital civil albanés, el Hospital de la Madre Teresa (lugar de fallecimiento de Leka de Albania).
El 30 de agosto de 2009, se nombró «Mother Teresa Way» a una calle del barrio de Bronx. Ese tramo forma parte de la avenida Lydig y se logró su designación luego de que la Sociedad Albanesa de Estados Unidos insistiera durante 16 años para que la ciudad accediera a dedicar una vía a la Madre Teresa. En Skopie, se inauguró un museo que cuenta con una variada cantidad de objetos y pertenencias de la religiosa. En una de sus salas se halla una réplica de su vivienda natal realizada por el artista Vojo Georgievski y también posee un parque conmemorativo con su nombre.
La Universidad de la Mujer Madre Teresa, en Kodaikanal, se estableció en 1984 como una universidad pública por la gobernación de Tamil Nadu. Varios tributos han sido publicados en periódicos de la India y revistas con autoría de su biógrafo, Navin Chawla.Indian Railways introdujo un nuevo tren, «Mother Express», en alusión a la Madre Teresa, el 26 de agosto de 2010 para conmemorar el centenario de su nacimiento. El gobierno del estado de Tamil Nadu organizó celebraciones con ocasión de su centenario el 4 de diciembre de 2010 en Chennai, encabezadas por el jefe de Gobierno Muthuvel Karunanidhi.
En Argentina, se entrega desde 2000 el premio Madre Teresa con el objetivo de «promover valores en la sociedad generando en la comunidad, en especial entre los jóvenes y adolescentes, alicientes y modelos a seguir e imitar; para su crecimiento humano y espiritual».
Beatificación
Tras su muerte, la Santa Sede consideró que se podría iniciar el proceso de beatificación, considerado como el tercero de los cuatro pasos para alcanzar la canonización, en donde el Papa declara a alguien digno de veneración universal, aunque para ello se deben comprobar dos milagros (uno más adicional al milagro con el que se le catalogó como beata). El milagro que requería su beatificación sucedió en 1998, cuando, de manera aparentemente inexplicable, sanó Mónica Besra, una mujer que padecía un tumor maligno en el abdomen. Madre de cinco hijos, contó que había sido acogida en Roma por las Misioneras de la Caridad tras haber sido desahuciada por los médicos. Una de las hermanas le colocó sobre el abdomen una imagen de la Virgen María, que había permanecido sobre la túnica de la Madre Teresa durante la celebración de los premios Nobel. La sanación de aquella mujer ocurrió el 5 de septiembre de 1998, exactamente un año después del deceso de la misionera. Distintos médicos indios, la Asociación de Ciencias y Racionalismo de la India e incluso el marido de la propia Besra pusieron en duda su curación milagrosa, asegurando que la mujer se salvó sólo por la medicina que debió ingerir durante nueve meses.
El proceso de beatificación de la Madre comenzó dos años después de su muerte gracias a una dispensa papal para no tener que esperar a que transcurrieran cinco años desde su deceso, como establece el Derecho Canónico.El Vaticano citó a Christopher Hitchens para que demostrara algún testimonio que pudiera estar en contra y en ese caso interrumpir el proceso de beatificación. «Fue hablando con ella cuando descubrí, y me aseguró, que no estaba trabajando para aliviar la pobreza», dijo Hitchens. «Ella trabajaba para ampliar la cantidad de católicos. Me dijo: "No soy una trabajadora social. No lo hago por eso. Lo hago por Cristo. Lo hago por la Iglesia"». La Congregación para las Causas de los Santos se encargó de investigar lo dicho, pero la declaración de Hitchens no fue considerada obstáculo para seguir con el proceso.
El domingo 19 de octubre de 2003, a las 10:15 h, mientras se encontraban presentes más de 300 000 personas en la plaza de San Pedro y alrededores, fue proclamada como beata por el papa Juan Pablo II. A la celebración asistieron medio millar de las Misioneras de la Caridad, 150 cardenales y 400 obispos.
La proclamación se produjo después de que el arzobispo de Calcuta, Lucas Sirkar, solicitara al Sumo Pontífice que leyera una breve biografía de la monja albanesa. El Papa también declaró que todos los 5 de septiembre se celebraría la festividad de la Madre Teresa. Luego del hecho, se le regaló una reliquia de la misionera y un grupo hindú protagonizó una danza.
Vida espiritual
Un aspecto particularmente notable de la Madre Teresa es la profunda crisis de fe a la que se enfrentó por casi cinco décadas de su vida, misma que quedó evidenciada en el libro Mother Teresa: Come Be My Light editado por Brian Kolodiejchuk que recopila las cartas privadas escritas por la misionera. A pesar de ello, esto no fue obstáculo para el proceso de su beatificación llevado a cabo en 2003.
Tras analizar sus obras y logros, el papa Juan Pablo II dijo: «¿Dónde encontraba la Madre Teresa la fuerza y la perseverancia para ponerse totalmente al servicio de los demás? En la contemplación silenciosa de Jesucristo, su Santo Rostro, su Sagrado Corazón». En privado y durante casi 50 años hasta el final de su vida, la Madre Teresa experimentó dudas sobre sus creencias religiosas, en las cuales «no sentía la presencia de Dios en lo absoluto», «ni en su corazón ni en la eucaristía», según dijo su postulador, el reverendo Brian Kolodiejchuk. La Madre Teresa no solo sobrellevó el dolor provocado por su falta de fe, sino que también sintió graves dudas sobre la existencia de Dios:
¿Dónde está mi fe? Incluso en lo más profundo... no hay nada, excepto vacío y oscuridad... Si hay un Dios, por favor, perdóname. Cuando intento elevar mis pensamientos al Cielo, hay un vacío tan acusador que esos mismos pensamientos regresan como cuchillos afilados y hieren mi alma... Qué doloroso es este dolor desconocido. No tengo fe. Rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo... ¿Para qué hago este trabajo? Si no hay un Dios, no puede haber alma. Y si no hay alma, Jesús, tú tampoco eres cierto.
Placa conmemorativa dedicada a la Madre Teresa en un edificio en la Plaza de Wenceslao, en Olomouc, República Checa.
Con referencia a las palabras anteriores, su postulador, Kolodiejchuk (el funcionario responsable de reunir las pruebas para su beatificación), indicó que existía el riesgo de que algunos pudieran malinterpretar lo dicho pero que la fe de la Madre de que Dios estaba trabajando a través de ella se mantuvo intacta, y si bien se lamentaba por el sentimiento de pérdida de cercanía con Dios, no puso en duda su existencia. Muchos otros santos tuvieron experiencias similares de aridez espiritual. Contrariamente a las creencias erróneas por parte de algunos que expresaron que esas dudas serían un impedimento para la canonización, este proceso se llevó a cabo sin ningún obstáculo en dicho rubro.
La Madre Teresa sintió, después de una década de dudas, un período breve de fe renovada. En el momento de la muerte del papa Pío XII en otoño de 1958, orando por él en una misa de réquiem, dijo que había sido relevada de la «larga oscuridad: aquel sufrimiento extraño». Sin embargo, cinco semanas más tarde, admitió regresar a sus dificultades para creer. Escribió muchas cartas a sus confesores y superiores durante un período de 66 años. Si bien había pedido que las mismas fueran destruidas por temor a que la gente «vaya a pensar más en mí y menos en Jesús», fueron recopiladas en Mother Teresa: Come Be My Light (Ed. Doubleday). En una carta que se dio a conocer públicamente a un confidente espiritual, el reverendo Michael van der Peet, Teresa escribió: «Jesús tiene un amor muy especial para ti. [Pero] En cuanto a mí, el silencio y el vacío son tan grandes, que miro y no veo, escucho y no oigo, mi lengua se mueve [en la oración] pero no habla... Quiero que reces por mí, que yo le dejo tener una mano libre».
Muchos medios informativos se refirieron a los escritos de la Madre Teresa como una indicación de crisis de fe. Algunos de sus críticos, como Christopher Hitchens, tomaron sus escritos como una evidencia de que su imagen pública fue creada principalmente para publicidad a pesar de sus creencias y acciones personales. Sin embargo, otros, como Brian Kolodiejchuk, editor de Come Be My Light, la compararon con el poeta místico del siglo XVI San Juan de la Cruz, quien acuñó el término de «noche oscura del alma» para describir a una etapa particular del crecimiento de algunos maestros espirituales. El Vaticano indicó que las cartas no detendrían su camino hacia la santidad. De hecho, el libro fue editado por el reverendo Brian Kolodiejchuk, su postulador.
En su primera encíclica, Deus caritas est, Benedicto XVI mencionó a Teresa de Calcuta en tres ocasiones y también utilizó su obra para referirse a uno de los principales puntos de la encíclica. «La Beata Teresa de Calcuta es un ejemplo evidente de que el tiempo dedicado a Dios en la oración no sólo deja de ser un obstáculo para la eficacia y la dedicación al amor al prójimo, sino que es en realidad una fuente inagotable para ello». La Madre Teresa especificó que «sólo por la oración mental y la lectura espiritual podemos cultivar el don de la oración».
Aunque no hubo una conexión directa entre la congregación de Teresa y las órdenes franciscanas, confesó ser admiradora de San Francisco de Asís. En consecuencia, la vida de Teresa de Calcuta y el carácter de la orden muestran cierta influencia de la espiritualidad franciscana. Las hermanas de las Misioneras de la Caridad recitan la oración de paz de San Francisco todas las mañanas durante la acción de gracias después de la Comunión, y muchos de los votos y el énfasis de su ministerio son similares. San Francisco también hizo hincapié en la pobreza, castidad, obediencia y sumisión a Cristo, dedicando gran parte de su vida al servicio de los pobres, especialmente a los leprosos en la zona donde vivía.
Tras analizar sus obras y logros, el papa Juan Pablo II dijo: «¿Dónde encontraba la Madre Teresa la fuerza y la perseverancia para ponerse totalmente al servicio de los demás? En la contemplación silenciosa de Jesucristo, su Santo Rostro, su Sagrado Corazón». En privado y durante casi 50 años hasta el final de su vida, la Madre Teresa experimentó dudas sobre sus creencias religiosas, en las cuales «no sentía la presencia de Dios en lo absoluto», «ni en su corazón ni en la eucaristía», según dijo su postulador, el reverendo Brian Kolodiejchuk. La Madre Teresa no solo sobrellevó el dolor provocado por su falta de fe, sino que también sintió graves dudas sobre la existencia de Dios:
¿Dónde está mi fe? Incluso en lo más profundo... no hay nada, excepto vacío y oscuridad... Si hay un Dios, por favor, perdóname. Cuando intento elevar mis pensamientos al Cielo, hay un vacío tan acusador que esos mismos pensamientos regresan como cuchillos afilados y hieren mi alma... Qué doloroso es este dolor desconocido. No tengo fe. Rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo... ¿Para qué hago este trabajo? Si no hay un Dios, no puede haber alma. Y si no hay alma, Jesús, tú tampoco eres cierto.
Placa conmemorativa dedicada a la Madre Teresa en un edificio en la Plaza de Wenceslao, en Olomouc, República Checa.
Con referencia a las palabras anteriores, su postulador, Kolodiejchuk (el funcionario responsable de reunir las pruebas para su beatificación), indicó que existía el riesgo de que algunos pudieran malinterpretar lo dicho pero que la fe de la Madre de que Dios estaba trabajando a través de ella se mantuvo intacta, y si bien se lamentaba por el sentimiento de pérdida de cercanía con Dios, no puso en duda su existencia. Muchos otros santos tuvieron experiencias similares de aridez espiritual. Contrariamente a las creencias erróneas por parte de algunos que expresaron que esas dudas serían un impedimento para la canonización, este proceso se llevó a cabo sin ningún obstáculo en dicho rubro.
La Madre Teresa sintió, después de una década de dudas, un período breve de fe renovada. En el momento de la muerte del papa Pío XII en otoño de 1958, orando por él en una misa de réquiem, dijo que había sido relevada de la «larga oscuridad: aquel sufrimiento extraño». Sin embargo, cinco semanas más tarde, admitió regresar a sus dificultades para creer. Escribió muchas cartas a sus confesores y superiores durante un período de 66 años. Si bien había pedido que las mismas fueran destruidas por temor a que la gente «vaya a pensar más en mí y menos en Jesús», fueron recopiladas en Mother Teresa: Come Be My Light (Ed. Doubleday). En una carta que se dio a conocer públicamente a un confidente espiritual, el reverendo Michael van der Peet, Teresa escribió: «Jesús tiene un amor muy especial para ti. [Pero] En cuanto a mí, el silencio y el vacío son tan grandes, que miro y no veo, escucho y no oigo, mi lengua se mueve [en la oración] pero no habla... Quiero que reces por mí, que yo le dejo tener una mano libre».
Muchos medios informativos se refirieron a los escritos de la Madre Teresa como una indicación de crisis de fe. Algunos de sus críticos, como Christopher Hitchens, tomaron sus escritos como una evidencia de que su imagen pública fue creada principalmente para publicidad a pesar de sus creencias y acciones personales. Sin embargo, otros, como Brian Kolodiejchuk, editor de Come Be My Light, la compararon con el poeta místico del siglo XVI San Juan de la Cruz, quien acuñó el término de «noche oscura del alma» para describir a una etapa particular del crecimiento de algunos maestros espirituales. El Vaticano indicó que las cartas no detendrían su camino hacia la santidad. De hecho, el libro fue editado por el reverendo Brian Kolodiejchuk, su postulador.
En su primera encíclica, Deus caritas est, Benedicto XVI mencionó a Teresa de Calcuta en tres ocasiones y también utilizó su obra para referirse a uno de los principales puntos de la encíclica. «La Beata Teresa de Calcuta es un ejemplo evidente de que el tiempo dedicado a Dios en la oración no sólo deja de ser un obstáculo para la eficacia y la dedicación al amor al prójimo, sino que es en realidad una fuente inagotable para ello». La Madre Teresa especificó que «sólo por la oración mental y la lectura espiritual podemos cultivar el don de la oración».
Aunque no hubo una conexión directa entre la congregación de Teresa y las órdenes franciscanas, confesó ser admiradora de San Francisco de Asís. En consecuencia, la vida de Teresa de Calcuta y el carácter de la orden muestran cierta influencia de la espiritualidad franciscana. Las hermanas de las Misioneras de la Caridad recitan la oración de paz de San Francisco todas las mañanas durante la acción de gracias después de la Comunión, y muchos de los votos y el énfasis de su ministerio son similares. San Francisco también hizo hincapié en la pobreza, castidad, obediencia y sumisión a Cristo, dedicando gran parte de su vida al servicio de los pobres, especialmente a los leprosos en la zona donde vivía.
Premios y Honores
Al momento de su muerte, el primer ministro de Pakistán Nawaz ShEn la India
La Madre Teresa fue reconocida por primera vez por el gobierno indio cuando obtuvo el galardón «Padma Shri» en agosto de 1962 y el premio «Jawaharlal Nehru» para el Entendimiento Internacional en 1969. El «Bharat Ratna» (el más importante entregado a un civil en la India) el 22 de marzo de 1980, el «Rajiv Gandhi Sadbhavana» en 1993 y el galardón artístico «Dayawati Modi» en 1995.
En otros países
En 1962, en Filipinas, obtuvo el premio «Ramón Magsaysay» Su popularidad se debía posiblemente en gran parte al documental de 1969 Something Beautiful for God, de Malcolm Muggeridge, quien publicó luego un libro con el mismo título en 1972.
El presidente Ronald Reagan entregó a la Madre Teresa la Medalla Presidencial de la Libertad durante una ceremonia en la Casa Blanca, 1985.
El 6 de enero de 1971, el papa Pablo VI le entregó el premio internacional por la paz «Juan XXIII», elogiando su labor con los pobres, su manifestación de caridad cristiana y sus esfuerzos por la paz. El 16 de octubre de 1971, también se hizo acreedora del premio «Good Samaritan» por la Fundación Joseph P. Kennedy Jr, tras hablar en un simposio sobre el trato que había mantenido hasta entonces con toda la gente rechazada en las calles de Calcuta. En abril de 1973, se convirtió en la primera ganadora del premio Templeton otorgado en Londres por su labor de ayuda a los pobres y necesitados de Calcuta. De acuerdo a la descripción en la página web oficial del galardón: «su trabajo heroico trajo un verdadero cambio a aquellos a los que ella sirvió y continúa inspirando a millones en todo el mundo».
Fue honrada por gobiernos y organizaciones civiles, así como también resultó designada Compañera de Honor de la Orden de Australia en 1982 por «el servicio a la comunidad de Australia y de la humanidad en general». El Reino Unido y Estados Unidos le concedieron premios en varias ocasiones, entre ellos la Orden de Mérito en 1983 y la ciudadanía honoraria de Estados Unidos en1996. Su país natal, Albania, le otorgó el Honor de Oro de la Nación en 1994. Universidades, tanto de Occidente como de la India, le otorgaron títulos honoríficos.
El presidente de la República Italiana Sandro Pertini entregó a Teresa de Calcuta el premio «Balzan» (Roma, 1978).
Otros premios internacionales que recibió incluyen el «Mater et magistra» otorgado el 19 de junio de 1974 en los Estados Unidos por la Tercera Orden de San Francisco de Asís, una medalla acuñada exclusivamente para ella por la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU otorgada en Roma en agosto de 1975, el premio «Pacem in Terris» en 1976, el premio internacional «Balzan» (Roma, 1978) para la «promoción de la humanidad, la paz y la hermandad entre los pueblos» y el reconocimiento internacional «Albert Schweitzer» (Estados Unidos, 23 de octubre de 1975).
En 1979, recibió el premio Nobel de la Paz al «trabajo emprendido en la lucha por superar la pobreza y la angustia, que también constituyen una amenaza para la paz». Cuando la Madre Teresa recibió el premio, se le preguntó: «¿Qué podemos hacer para promover la paz mundial?» y respondió «Vete a casa y ama a tu familia». En su conferencia sobre el premio que le entregó el rey Olaf V de Noruega, la religiosa dijo: «Lo acepto para la gloria de Dios y de su pueblo, el más pobre entre los pobres». También apuntó que el aborto es «uno de los mayores destructores de la paz».
arif dijo que era «una persona extraña y única que vivió mucho tiempo para propósitos más elevados. Su devoción por la vida para el cuidado de los pobres, los enfermos y los desfavorecidos es uno de los mejores ejemplos de servicio a nuestra humanidad». El ex-secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar expresó: «Ella es la Naciones Unidas, la paz en el mundo». Por su parte, el presidente Bill Clintonla definió como una «gigante de nuestra era», y luego de su muerte, Juan Pablo II declaró: «Sigue viva en mi memoria su diminuta figura, doblada por una existencia transcurrida al servicio de los más pobres entre los pobres, pero siempre cargada de una inagotable energía interior, la energía del amor de Cristo».Durante su vida, la Madre Teresa fue nombrada 18 veces en las encuestas Gallup sobre los hombres y mujeres más admirados del año, siendo electa en la categoría de las 10 mujeres más apreciadas por los estadounidenses en todo el mundo. En aquel rubro, ocupó el primer lugar varias veces en las décadas de 1980 y 1990. En 1999, fue considerada dentro de las «mujeres más admiradas del siglo XX» por una encuesta de Estados Unidos, en la cual sobrepasó a los otros candidatos por un amplio margen, posicionándose en el primer puesto en las principales categorías demográficas excepto en la de los más jóvenes.
«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota».
—Madre Teresa
miércoles, 9 de abril de 2014
Vida
Teresa de Calcuta (26 de agosto de 1910 - 5 de septiembre de 1997), de nombre secular Agnes Gonxha Bojaxhiu, fue una monja católica de origen albanés naturalizada india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950. Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, en un primer momento, en la India y luego en otros países del mundo. Tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II, otorgándole el título de beata Teresa de Calcuta.
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